El gobierno de Javier Milei desplegó un fuerte operativo policial en todos los ministerios y dependencias nacionales para evitar las protestas de los despedidos.
El Ministerio de Seguridad que conduce Patricia Bullrich movilizó a cientos de efectivos federales ante la amenaza de que los despedidos ingresarían por la fuerza a sus oficinas.
“Están llenando de policías las dependencias públicas. No hay plata para comprar comida, no hay plata para comprar remedios, pero si hay plata para reprimir”, denunció el secretario general de ATE, Rodolfo Aguiar.