Javier Milei ha acordado con Estados Unidos detener el proyecto de Atucha III, financiado por China, y ha puesto un alto a la construcción del reactor Carem, lo que ha generado preocupación en la Comisión Nacional de Energía Atómica debido a la escasez de fondos. La institución enfrenta problemas presupuestarios, retrasos en los pagos y cortes en los servicios de proveedores.
Esto está afectando a proyectos estratégicos como CAREM y el RA-10, así como a los servicios de Medicina Nuclear y Radioterapia.
La falta de flujo y continuidad en los pagos ha llevado a muchos proveedores a cortar servicios, y la situación está empezando a impactar en las instalaciones de los centros atómicos.
Además, los laboratorios de CNEA se ven impedidos de reponer insumos necesarios para realizar análisis regulatorios.
En resumen, la decisión de Milei está generando efectos negativos en la política nuclear argentina, afectando proyectos clave y poniendo en riesgo el funcionamiento seguro de las instalaciones atómicas del país.