Hace unos dias el Gobierno Argentino anunció la compra de 24 aviones F-16 de Dinamarca, presentándola como la adquisición más importante en los últimos 50 años para garantizar la defensa del espacio aéreo argentino. Sin embargo, críticos señalan que estos aviones, de más de 40 años de uso, carecen de sistema de armas y financiamiento adecuado. Además, no serían disuasorios para la situación en las Islas Malvinas debido a la falta de armamento de largo alcance y la necesidad de firmar otro contrato con Estados Unidos para equiparlos.
Se estima que el financiamiento no provendrá de Estados Unidos y que el presupuesto de Defensa deberá cubrir una primera cuota considerable. Además, se requerirán inversiones adicionales para modernizar las instalaciones donde estarán los aviones, como la pista de Tandil y los hangares.
Aunque la compra de los F-16 ofrece potencial para futuras opciones de modernización, críticos cuestionan su idoneidad y efectividad en el contexto actual, especialmente ante la falta de armamento y la situación financiera de las fuerzas militares argentinas.