La interna del kirchnerismo se agudizó con la superposición de eventos entre Cristina Kirchner y Axel Kicillof.
Tras el anuncio de la participación de Cristina en un acto en Quilmes junto a Mayra Mendoza, Kicillof considera unirse al evento de la expresidenta luego de reprogramar el suyo en Avellaneda. Mientras tanto, Sergio Massa, presionado por ambos bandos, se excusó de asistir a cualquiera de los actos debido a compromisos personales por su cumpleaños.
La fecha elegida para los eventos, el 27 de abril, marca un hito en el calendario kirchnerista y ha desencadenado una disputa por la presencia de los referentes políticos.
Mayra Mendoza planea inaugurar un microestadio en homenaje a Néstor Kirchner, mientras que Ferraresi inaugura un centro cultural, con Kicillof originalmente programado para acompañarlo. Sin embargo, la reaparición de Cristina genera tensiones internas en el peronismo bonaerense, especialmente entre los intendentes que rodean a Kicillof y desean mayor autonomía en el armado de las listas.
La estrategia de Kicillof, que ahora considera participar en el evento de Cristina, refleja la complejidad política en juego.
Mientras busca liderar un proyecto autónomo, debe lidiar con el desafío de mantener una relación estable con Cristina.
La decisión de asistir al acto en Quilmes plantea interrogantes sobre si es un movimiento táctico para evitar conflictos prematuros o si implica una renuncia a confrontaciones futuras.