En marzo de 2024, la capacidad instalada en la industria argentina se desplomó al 53,4%, considerablemente por debajo del 67,3% del año anterior, reflejando una marcada caída del 5,5% en el primer trimestre del año.
Sectores como la refinación del petróleo, sustancias químicas, papel y alimentos mostraron niveles de utilización por encima del promedio, mientras que la industria automotriz, productos del tabaco y metalmecánica experimentaron niveles más bajos.
| Sector Industrial | Utilización de la Capacidad Instalada (%) |
|---|---|
| Refinación del Petróleo | +80,0% |
| Papel | +63,5% |
| Alimentos y Bebidas | +54,5% |
| Automotriz | -50,8% |
| Productos del Tabaco | -50,5% |
| Metalmecánica | -38,0% |
| Productos Minerales No Metálicos | -47,2% |
La producción de acero y laminados terminados en caliente cayó significativamente, impactando en la capacidad instalada de las industrias metálicas básicas, que descendió al 50%.
Similarmente, la fabricación de maquinaria agropecuaria y aparatos domésticos se redujo, afectando a la metalmecánica, que registró solo un 38% de utilización de su capacidad.
En el sector de alimentos y bebidas, la elaboración de bebidas, carne vacuna y lácteos disminuyó, lo que contribuyó a una caída del 54,5% en la capacidad instalada.
En el ámbito automotriz, la fabricación de vehículos se vio reducida, reflejando una utilización del 50,8%.
Por otro lado, en los productos minerales no metálicos, la producción de cemento y otros materiales de construcción también disminuyó, afectando la capacidad instalada que alcanzó el 47,2%.
Este escenario refleja una desaceleración generalizada en diversos sectores industriales, lo que podría conducir a una desindustrialización que requerirá un esfuerzo considerable para reactivar gran parte del sector manufacturero.