La renovación del swap de monedas con China se ha convertido en una preocupación central para Argentina. El presidente chino, Xi Jinping, ha mostrado resistencia a renovar el acuerdo, lo que podría obligar a Argentina a desembolsar alrededor de 5.000 millones de dólares, una suma que el país no está en condiciones de pagar debido a errores diplomáticos y tensiones políticas recientes.
El acuerdo original, que incluía un tramo de libre disponibilidad de 350.000 millones de yuanes renminbi, es crucial para las reservas del Banco Central de Argentina (BCRA).
Sin embargo, la llegada de Javier Milei y su cambio en la orientación de la política internacional ha deteriorado las relaciones con China.
Alineamientos geopolíticos en favor de Occidente y declaraciones controvertidas sobre Taiwán y gobiernos comunistas han generado fricciones significativas.
El equipo económico, liderado por Luis Caputo, ha intentado renegociar las condiciones del swap, pero las posibilidades de éxito parecen disminuir.
La misión reciente a China mostró la urgencia del tema, pero los analistas señalan que las oportunidades de llegar a un acuerdo favorable son escasas. La fragilidad económica de Argentina y la falta de respaldo de otros organismos internacionales de crédito agravan la situación.
A pesar de los esfuerzos del gobierno por suavizar las tensiones y buscar un acercamiento pragmático con China, la decisión final está en manos del país asiático. Aunque existe una posibilidad de renegociación bajo ciertas condiciones estratégicas, el desenlace dependerá en gran medida de la habilidad diplomática de Argentina y la disposición de China a mantener el acuerdo en pie.