Cinco civiles, incluyendo dos menores, murieron y otros 124 resultaron heridos en un ataque ucraniano con misiles Atacms en una playa de Sebastopol, Crimea.
Las fuerzas ucranianas lanzaron misiles estadounidenses dotados de municiones de racimo contra la ciudad, y aunque cuatro fueron interceptados, uno detonó en el aire sobre la ciudad. El gobernador Mijaíl Razvozháyev confirmó la gravedad de la situación y la movilización de equipos médicos.
El ataque ocurrió durante la celebración de la fiesta ortodoxa de la Trinidad, lo que la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova, calificó como un “crimen ritual” motivado por odio hacia la cultura rusa y el cristianismo ortodoxo.
Zajárova acusó a Kiev de atacar deliberadamente para sembrar pánico y maximizar la destrucción de la población e infraestructura civil.
El lunes 24 de junio fue declarado día de luto en Sebastopol y Crimea. El presidente Vladímir Putin expresó sus condolencias y mantiene comunicación constante con los dirigentes de salud y seguridad.
Las provincias rusas limítrofes con Ucrania denuncian regularmente ataques que obligan a la población a buscar refugio en otros lugares.