China decidió suspender las consultas con Estados Unidos sobre control de armas y no proliferación debido a la continua venta de armas de Washington a Taiwán, informó Lin Jian, portavoz del Ministerio de Exteriores chino.
Esta decisión llega tras repetidas protestas y negociaciones fallidas por parte de China.
Jian subrayó que la responsabilidad de la situación actual recae en EE.UU., aunque Pekín está dispuesto a cooperar en cuestiones internacionales de control de armas basado en el respeto mutuo y la coexistencia pacífica, siempre que Washington respete los intereses fundamentales de China.
El 12 de julio, China impuso sanciones a varias empresas militares e industriales estadounidenses, incluyendo Anduril Industries y Lockheed Martin, debido a sus ventas de armas a Taiwán.
Esta medida sigue a la visita en agosto de 2022 de Nancy Pelosi, entonces presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., a Taiwán, lo que provocó fuertes protestas de China y ejercicios militares en la región.
Pekín vio este viaje como un apoyo a los independentistas taiwaneses y una violación de su soberanía.
Las relaciones oficiales entre el Gobierno central de China y Taiwán se rompieron en 1949 tras la guerra civil china, con las fuerzas nacionalistas del Kuomintang trasladándose a la isla. Aunque las relaciones se restablecieron informalmente en la década de 1980, las tensiones han persistido, especialmente en torno a las políticas de defensa y la soberanía de la provincia de Taiwán.
La situación actual refleja una escalada en estas tensiones, afectando la cooperación en áreas críticas como el control de armas.