Cristina Fernández de Kirchner está trabajando para contener las divisiones internas dentro del PJ duro y La Cámpora en Córdoba, con el objetivo de debilitar al gobernador Martín Llaryora de cara a las elecciones de 2025.
En una serie de reuniones con dirigentes provinciales, Cristina ha subrayado la necesidad de unificar fuerzas para evitar conflictos similares a los del conurbano bonaerense, pero con menos apoyo electoral.
En estos encuentros, Cristina compartió un crudo diagnóstico sobre la situación política actual, enfocándose en la gestión de Javier Milei.
Según Cristina, la administración de Milei es errática y depende en gran medida de la elección de Donald Trump en Estados Unidos.
Ella advirtió que si Trump gana, llegarán los 12 mil millones de dólares que Alberto Fernández no retiró y esto permitirá la dolarización en Argentina, lo que llevaría al “final de la clase media“.
Además, Cristina quiere evitar que las tensiones internas en Córdoba afecten al PJ nacional. Reconoció que Llaryora enfrenta un escenario complicado debido a las maniobras de Milei y a la incertidumbre económica que esto genera.
Cristina hizo hincapié en que es crucial mantener la unidad y fortalecer las alianzas para enfrentar los desafíos políticos y económicos que se avecinan.