El Gobierno Argentino enfrenta una crisis en el sistema eléctrico debido a la acumulación de deudas, que ronda los $2 mil millones mensuales.
Aunque el Poder Ejecutivo debería cubrir la diferencia entre el costo de generación de energía y lo que pagan los usuarios, esta responsabilidad no se está cumpliendo. Durante el primer trimestre del 2024, los subsidios al sector energético se redujeron drásticamente, lo que generó un aumento en la deuda del Estado con los generadores de energía y productores de gas.
Esta situación está generando tensiones en el mercado energético, con temores de cortes en la cadena de pagos y reclamos por parte de empresas como Transener.
La deuda flotante continúa creciendo mes a mes, lo que implica un aumento en los pagos pendientes y una presión sobre las cuentas fiscales del Estado. Ante esta coyuntura, se plantea la posibilidad de emitir bonos del Tesoro para saldar estas obligaciones, aunque esto podría incrementar la carga financiera futura y generar preocupaciones sobre la estabilidad económica a largo plazo.