Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) admitieron haber bombardeado una escuela de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos en Gaza, alegando que era utilizada por militantes de Hamás.
Según el comunicado del ejército israelí, más de 10 militantes de Hamás fueron eliminados en el ataque, que tenía como objetivo una “sala de guerra” de la organización dentro de la escuela.
El ejército afirmó haber realizado el ataque con precisión para minimizar daños a civiles no implicados, y que la escuela había sido utilizada por Hamás para planear ataques contra las tropas israelíes en Gaza.
Las denuncias sobre la detención de toda ayuda humanitaria en Gaza por parte de Israel han surgido, con informes que indican que ningún suministro ha ingresado en la región durante al menos ocho días.
La periodista Leila Hatoum señaló que Israel cerró todos los pasos fronterizos, impidiendo la entrada de alimentos, medicinas y otras necesidades básicas.
Se han reportado incidentes, como ciudadanos israelíes destruyendo ayuda destinada a Gaza y fuerzas israelíes disparando contra un vehículo de la ONU, lo que resultó en la muerte de un empleado y heridas a otro.