El Gobierno argentino está planeando desmantelar Cammesa y transferir los contratos con las generadoras de energía a Enarsa, como parte de un esfuerzo por permitir que el mercado eléctrico se “autogestione”.
Sin embargo, esta jugada implica desconocer contratos existentes y abre la posibilidad de enfrentar juicios en el exterior, generando incertidumbre y preocupación en el sector.
El secretario de Energía, Eduardo Rodriguez Chirillo, está liderando este plan junto a Carlos Bastos y el empresario Nicky Caputo.
La intención es cerrar Cammesa y trasladar sus funciones a Enarsa, lo que ha sido considerado como una operación difícil debido a la gran cantidad de contratos que maneja Cammesa.
Cammesa, más que un simple intermediario, desempeña un papel clave en el sistema energético argentino al garantizar un precio homogéneo y el cumplimiento de los contratos.
Sin embargo, el Gobierno busca reducir su intervención en el mercado eléctrico para dejar que las distribuidoras y generadoras negocien libremente.
La incertidumbre sobre el cumplimiento de los contratos vigentes y la estabilidad jurídica ha llevado a la industria a cuestionar las implicaciones a largo plazo de este plan gubernamental.