Los jubilados argentinos recibirán en junio una pensión mínima menor a la de mayo, debido a la ausencia de un bono adicional.
Aplicando el 8,8% de inflación registrada en abril, la jubilación mínima será de 206.874 pesos, más de 50.000 pesos menos que los 260.000 pesos percibidos en mayo, cuando se incluyó un bono de 70.000 pesos.
El Ministerio de Capital Humano, liderado por Sandra Pettovello, aún no ha confirmado la continuidad del bono de refuerzo para adultos mayores.
Esto afecta también a otras prestaciones, como la Prestación Universal de Adultos Mayores (PUAM) que se ubicará en 165.499 pesos, las pensiones no contributivas en 144.811 pesos, y la Prestación Básica Universal en 94.635 pesos. La jubilación máxima será de 1.392.066 pesos.
En mayo, hubo irregularidades en los pagos de las jubilaciones, con aumentos ajustados por inflación que no se reflejaron en las cuentas bancarias de algunos jubilados. Esto ha generado preocupación y confusión entre los beneficiarios.
En junio, se aplicará un nuevo aumento según la fórmula de movilidad jubilatoria, que considera un 50% de la recaudación y un 50% de la evolución de los salarios.
Sin embargo, sin el bono adicional, los jubilados enfrentarán una reducción significativa en sus ingresos, afectando gravemente su poder adquisitivo.