Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA-CEC), ha emitido un sombrío pronóstico sobre el futuro del sector agroexportador del país.
Según Idígoras, la industria aceitera argentina está al borde del fracaso total debido a la desinversión y la falta de nuevas inversiones globales. Además, predice la desaparición de la producción de soja en Argentina, calificando la situación como “irreversible” por la acumulación de distorsiones y la creciente competencia internacional.
Idígoras señaló que Argentina ha perdido competitividad en la producción de soja, destacando que en los últimos 15 años la producción en Bolivia ha crecido un 400%, mientras que Argentina no ha mostrado ningún crecimiento.
Esto, combinado con el auge de Paraguay como productor importante, sugiere que el polo industrial del Gran Rosario pronto perderá relevancia. La producción de soja en Argentina podría reducirse a entre 15 y 20 millones de toneladas anuales, muy por debajo de su potencial.
A pesar del panorama desalentador para la industria aceitera, Idígoras mencionó que no será necesario importar trigo y destacó la importancia del programa agroindustrial 2023-2030.
Sin embargo, advirtió que los próximos cuatro meses serán críticos debido a la falta de mercadería. Su evaluación subraya la urgente necesidad de reformas y estrategias para revitalizar el sector agroexportador argentino.