El ejército israelí lanzó ataques aéreos en el sur de Líbano en respuesta a un ataque masivo de Hezbolá, que incluyó al menos 175 cohetes, misiles y drones dirigidos al norte de Israel.
Estos ataques fueron en represalia por un ataque aéreo israelí que mató a un alto comandante de Hezbolá, Mohammad Naameh Nasser. La defensa aérea israelí interceptó varios de estos proyectiles, aunque algunos drones explosivos y metralla impactaron en varias áreas, provocando incendios.
Hezbolá confirmó los ataques, indicando que lanzaron 200 misiles y 20 drones contra sitios israelíes en Galilea y los Altos del Golán ocupados. Los objetivos incluyeron bases y cuarteles militares. Un fuente militar libanesa informó que el ejército del Líbano monitoreó el lanzamiento de estos proyectiles y drones desde su territorio, algunos de los cuales fueron interceptados por el sistema de defensa Cúpula de Hierro de Israel.
Las tensiones en la frontera entre Líbano e Israel se intensificaron tras una serie de ataques mutuos que comenzaron en octubre de 2023. Hezbolá lanzó una serie de cohetes en solidaridad con un ataque de Hamas a Israel, lo que provocó una respuesta de artillería pesada por parte de Israel hacia el sureste del Líbano.