El presidente Javier Milei enfrenta un posible juicio político tras una votación en Diputados que reunió 160 votos opositores para enmendar la fórmula jubilatoria.
Este número es significativo, ya que representa los dos tercios necesarios para iniciar un juicio político, una situación inédita incluso para presidentes en situaciones de alta polarización como Cristina Kirchner.
Este contexto se produce en medio de tensiones internas dentro del bloque oficialista y críticas a la gestión económica y política de Milei.
La presidencia de la Comisión de Juicio Político también está en disputa.
Martín Menem, siguiendo instrucciones de Karina Milei, intentó desplazar a Marcela Pagano de la presidencia para colocar a Alberto ‘Bertie’ Benegas Lynch.
Sin embargo, la comisión no se ha convocado, y el expediente permanece en un limbo. Esta situación refleja las divisiones y luchas de poder dentro del oficialismo, lo que complica aún más la posibilidad de un juicio político.
La oposición se ha unido de manera ecuménica contra Milei, logrando una mayoría significativa en la votación reciente.
Aunque nadie ha propuesto formalmente un juicio político, el número de votos obtenidos deja abierta esta posibilidad.
Milei, con sus políticas y estilo de liderazgo, ha sido un factor unificador para sectores opositores que tradicionalmente se recelan entre sí. Esta construcción opositora, más que cualquier otro factor, pone en riesgo la estabilidad de su presidencia.