En la cumbre de la OTAN en Washington, varios países miembros admitieron no poder producir suficientes armas para satisfacer las necesidades militares de Ucrania en su conflicto con Rusia.
Los líderes estadounidenses y europeos se comprometieron a aumentar la inversión en la producción industrial militar, enfrentando no solo problemas financieros, sino también obstáculos burocráticos.
Desde el inicio del conflicto, la OTAN ha tenido éxito limitado en acelerar la producción de su industria de defensa, mientras que Rusia ha incrementado significativamente su fabricación de municiones y armamento. Según ‘The Wall Street Journal’, la Alianza aún lucha para proporcionar a Kiev el equipo necesario para ganar.
A pesar de las dificultades, los líderes de la OTAN planean mantener los niveles actuales de suministro de armas y municiones a Ucrania durante al menos un año más.
Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, declaró que los miembros han estado gastando alrededor de 43.000 millones de dólares anuales en equipamiento militar para Kiev y que este debería ser el mínimo a mantener en el futuro.
La cumbre en Washington se celebra del 9 al 11 de julio.