Rusia y Corea del Norte han firmado un Tratado de Asociación Estratégica Integral, reemplazando documentos anteriores y fortaleciendo sus lazos bilaterales.
El acuerdo, destacado por Vladimir Putin y Kim Jong-un, subraya la cooperación en áreas políticas, comerciales, culturales y de seguridad.
Ambos líderes enfatizaron su compromiso con un tratado pacífico y defensivo, destinado a proteger los intereses de ambos países frente a posibles agresiones.
El tratado marca un hito en las relaciones ruso-norcoreanas, abarcando la asistencia mutua en caso de amenazas externas y estableciendo un marco para la cooperación en múltiples sectores.
Esta asociación estratégica se contextualiza en un momento de tensiones regionales, con Rusia y Corea del Norte buscando contrarrestar acciones consideradas provocativas por parte de otras potencias, incluidos ejercicios militares intensificados en la región.
Putin y Kim también expresaron su oposición firme a las sanciones internacionales impuestas a Corea del Norte, argumentando que estas medidas son contraproducentes y socavan la estabilidad global.
El tratado no solo refleja la alianza estratégica entre ambos países, sino que también busca influir en la dinámica geopolítica regional, desafiando las políticas de confrontación y promoviendo un enfoque de seguridad común en el noreste de Asia.