El sector gastronómico argentino enfrenta una crisis sin precedentes, con una recesión evidente y una drástica caída en el consumo. A pesar de la desaceleración en la inflación, la actividad económica se desplomó un 4,3% en enero, según el INDEC, y el índice de ventas minoristas de CAME registra una caída del 22,1% en lo que va del año.
Los datos revelan aumentos significativos en rubros como Educación, Comunicación, Vivienda, Transporte, y Alimentos y bebidas, contribuyendo al incremento mensual de la inflación. Aunque las proyecciones indican una desaceleración gradual de la inflación en los próximos meses, el sector de restaurantes enfrenta una caída alarmante, incluso comparada con los meses críticos de la pandemia.
El Estimador Mensual de Actividad Económica del INDEC confirma una disminución del 1% en la actividad de Restaurantes y Hoteles en enero respecto al año anterior, evidenciando un retroceso significativo. La política de ajuste del Gobierno está cambiando las prioridades de gasto de la población, impactando en sectores antes prósperos como el de restaurantes y hoteles.